Porque mi pasión siempre ha sido viajar, y porque lo que soy en parte se lo debo a todo lo que he vivido en mis aventuras por el mundo, no podía dejar de dedicarle esta entrada a Luis, que aunque no lo conozco personalmente, tengo en mis manos uno de sus libros.
Luis es un periodista, escritor y fotógrafo que tras un sueño revelador decide romper con la estabilidad de su vida y perseguir su sueño. A partir de entonces se dedica a dar la vuelta al mundo investigando acerca de los más ansiados anhelos de los seres humanos, independientemente de la nacionalidad, raza, sexo, religión o nivel social. Para llegar a múltiples conclusiones, recorrerá durante años gran parte del planeta. Durante su viaje va plasmando en sus libros los relatos de aquellos soñadores anónimos que se cruzan en su camino.
Aquí os dejamos el enlace directo a su web, donde podréis conocer mejor a Luis, cuáles son sus próximos destinos, sus reflexiones (en su blog), galerías de fotos, los dos libros que ya ha publicado, y los que están por venir…
Para terminar, os dejamos uno de sus vídeos que nos recuerda la magia de soñar y de perseguir tus sueños.
Breve relato de Luis
«Entre tazas de cafés de media tarde y ventanas que lloran gotas de lluvia, entre taciturnos pensamientos y episodios oníricos, la vida te sorprende un martes cualquiera dándote una patada que te despierta, de radical manera, de esa realidad tan acelerada en la que con frecuencia vivimos, y te lleva de vuelta y a rastras a la sala de seguir soñando. Ya no valen los contratos indefinidos, ni pesa ese buen salario a final de mes. Ya no me conformo con tener para comer, ni me ata la gran casa en la que vivo. Porque todos estos motivos no hacen más que llenar un saco de excusas que cada día se hace más pesado. Paradójicamente, un halo de lucidez te muestra que lo más seguro es lo que aparenta ser más inestable, lo más atractivo se torna en lo que miedo da, y que volar es ahora más sencillo que pisar con los pies el suelo. De repente el hielo calienta, y el fuego pide a gritos una caricia… Despiértame pues de este sueño llamado realidad. Llévame a la incógnita, a lo desconocido y a la magia de no saber dónde despertaré mañana. Arrástrame por la libertad y oblígame a creer en la fantasía. No me digas no, y no insinúes un tal vez. Acariciemos el hoy y no lo soltemos, pues el ayer es para los que sienten que sus mañanas no serán nada, y porque el mañana es de los cobardes que no apuestan por la vida. Quiéreme libre. Viajemos, conozcamos, comprendamos y respetemos. Por ese orden y viceversa. Volemos… Y desde arriba, tan alto como podamos, sintámonos pequeños, yendo más y más alto… Cuando las alas más hacernos volar no puedan, dejémonos caer… y volvamos a soñar.»